La mayor parte de los recursos de petróleo del mundo corresponde a hidrocarburos viscosos y pesados, que son difíciles y caros de producir y refinar. Por lo general, mientras más pesado o denso es el petróleo crudo, menor es su valor económico respecto al crudo marcador de referencia. Las fracciones de crudo más livianas y menos densas, derivadas del proceso de destilación simple, son las más valiosas. Los crudos pesados tienden a poseer mayores concentraciones de metales y otros elementos, lo que exige más esfuerzos y erogaciones para la extracción de productos utilizables y la disposición final de los residuos.
El petróleo pesado se define como petróleo con 22.3°API o menor densidad.[1] Los petróleos de 10°API o menor densidad se conocen como extrapesados, ultrapesados o superpesados porque son más densos que el agua. Comparativamente, los petróleos convencionales, tales como el crudo Brent o West Texas Intermediate (ambos marcadores de referencia para la región de Europa y América, respectivamente), poseen densidades que oscilan entre 38° y 40°API.
Ilustración 1 Segmentación del total de reservas de petróleo en el mundo
Fuente: Schlumberger – Oilfield Review
Si bien la densidad del petróleo es importante para evaluar el valor del recurso y estimar el rendimiento y los costos de refinación, la propiedad del fluido que más afecta la producibilidad y la recuperación es la viscosidad del petróleo. Cuanto más viscoso es el petróleo, más difícil resulta producirlo. No existe ninguna relación estándar entre densidad y viscosidad, pero los términos “pesado” y “viscoso” tienden a utilizarse en forma indistinta para describir los petróleos pesados, porque los petróleos pesados tienden a ser más viscosos que los petróleos convencionales. La viscosidad de los petróleos convencionales puede oscilar entre 1 centipoise (cP) [0.001 Pa.s], la viscosidad del agua, y aproximadamente 10 cP [0.01 Pa.s]. La viscosidad de los petróleos pesados y extrapesados puede fluctuar entre menos de 20 cP [0.02 Pa.s] y más de 1,000,000 cP [1,000 Pa.s]. El hidrocarburo más viscoso, el bitumen, es un sólido a temperatura ambiente y se ablanda fácilmente cuando se calienta.
Como el petróleo pesado es más castigado en precio respecto a su marcador referencial, más difícil de producir y más difícil de refinar que los petróleos convencionales, surge la pregunta acerca del porqué del interés de las compañías petroleras en comprometer recursos para extraerlo. La primera parte de la respuesta, que consta de dos partes, es que, ante la coyuntura actual, muchos yacimientos de petróleo pesado ahora pueden ser explotados de forma rentable debido al avance de las tecnologías de extracción, tratamiento y conversión de cortes pesados en refinerías cada vez más complejas. La segunda parte de la respuesta es que estos recursos son abundantes y han sido poco explorados/explotados hasta la fecha. El total de recursos de petróleo del mundo es de aproximadamente 9 a 13 x 1012 (trillones) de barriles [1.4 a 2.1 trillones de m3]. El petróleo convencional representa sólo un 30% aproximadamente de ese total, correspondiendo el resto a petróleo pesado, extrapesado y bitumen.[2]
Comentario
El petróleo pesado desempeñará un rol muy importante en el futuro de la industria petrolera y la tendencia de muchos países será incrementar su producción, revisar y actualizar sus estimaciones de reservas, probar las nuevas tecnologías e invertir en infraestructura, para asegurar su presencia en el mercado para el futuro inmediato gracias a sus recursos de petróleo pesado.
Fuente: Schlumberger – Oilfield Review
Referencias
[1] C. Conaway, The Petroleum Industry: A Nontechnical Guide. Tulsa, OK, USA: Pennwell Publishing Co., 1999.
[2] Schlumberger, «Oilfield Review,» Oilfield Review, vol. 18, no. 2, 2006.